COMUNIDAD ORANTE
Como fruto y expresión de nuestro carisma, centrado en el Corazón de Jesús, nuestra espiritualidad tiene los rasgos esenciales que derivan de este misterio.
Amor al Corazón de Jesucristo, con atención especial a su misericordia.
Actitud de caridad, mansedumbre y humildad de corazón, sencillez, humildad y pobreza como Hijas de su Corazón, que viven y reflejan sus mismas actitudes.
Amor filial y actitud de imitación a la Virgen María, Madre de Dios, venerándola de manera singular en el misterio de su Concepción Inmaculada.
Unión de caridad mutua, “Ha de reinar entre vosotras una perfecta unión y caridad”.
Oración y espíritu de oración, que es adoración, presencia y encuentro personal hondo y vivo con el Señor, sabiendo descubrir y encontrar a Dios 'en todos y en todo'. Espíritu esencialmente eucarístico: Viviendo intensamente la Eucaristía, como sacrificio y como sacramento, aprendiendo a ofrecerse a sí mismas al ofrecer la Hostia inmaculada, no sólo por manos del sacerdote sino juntamente con él.
Espíritu litúrgico: Celebrando diariamente la Liturgia de las Horas, como oración oficial y sacerdotal de Cristo y de la Iglesia.
Silencio y soledad como el mejor clima interior y exterior para una vida, personal y comunitaria, orientada a la búsqueda de la intimidad con Dios.
Disponibilidad total de lo que somos y de lo que tenemos, para Dios y para los demás. Actitud y espíritu de servicio. Disposición permanente a darlo todo por Dios y por los pobres.