La alegría de un encuentro


Solo por ello merece la pena darlo todo, por Cristo y con la ayuda de la Santísima Virgen.


Después de un tiempo en España, al volver a nuestra misión, un campo del Señor ¡tan grande!, que constantemente te hace elevar los ojos al cielo y pedir al Señor “que mande obreros a su mies”, mientras tanto su respuesta es el rostro sonriente de estas enfermas, solo por ello merece la pena DARLO TODO por Cristo y con la ayuda de la Santísima Virgen, continuar en esta misión que Dios quiere y nos ha preparado a las Siervas, “las hijas de su Corazón”.

Vuestras Hermanas de Bellavista