Fuimos llamadas por Dios para vivir el misterio del Corazón de Cristo, y llevar su conocimiento y amor a los más necesitados. Nos distingue una fisonomía propia que transparenta el amor misericordioso que Cristo les tiene.

Nuestra acción apostólica no se limita a determinadas actividades, está abierta a formas de apostolado que exijan las necesidades de los tiempos y las circunstancias de personas y lugares


Pastoral

En palabras de nuestro Fundador: El amor al Corazón de Jesús no ha de ser algo transitorio y superficial, sino algo que imprima sello y carácter en nuestra vida… hasta el punto de que el amor a ese Corazón explique la razón de cuanto hagamos…


Educación

Desde los primeros años de la fundación, los niños son evangelizados en escuelas, catequesis; se abren para ellos comedores escolares, se les atiende en los dispensarios…

Atención a mayores

Nuestro mismo nombre y nuestra específica vocación, nos compromete a ir alegres y generosas al encuentro de los pobres, a darles amor y comprensión, a prestarles asistencia con solícita entrega y a tratarles con respeto, porque es al mismo Dios a quien servimos en cada uno de ellos, haciéndoles sentir el amor que el Corazón de Jesús les tiene.


Social

“Los pobres necesitan que les den a conocer que hay alguien que los ama, que hay un Dios que es todo corazón para ellos, y que su pobreza, ofrecida a Cristo con resignación, es un tesoro para el cielo” (carta del 25 de julio de 1972)

“Los enfermos necesitan saber que su enfermedad tiene un valor eclesial extraordinario… si ellos saben ofrecer al Corazón de Cristo sus dolores por la salvación de sus hermanos, una lluvia de gracias bajará desde el cielo sobre la tierra. (idem)

En nuestras casas y en todas nuestras obras se palpa la sencillez y el espíritu de familia propios de nuestro Instituto.